La historia de las camisas, su evolución y cuidados

por | May 17, 2018 | Camisas | 0 Comentarios

En la actualidad, la mayoría de las personas tienen al menos un par de camisas en su guardarropa, lo que quiere decir que estas son utilizadas comúnmente, especialmente para aquellos que trabajan en oficinas, pero no es exclusiva de estas personas, ya que estas son ideales para cuando se quiere ir formal a algún evento, por lo que no deben faltar como parte esencial de las prendas de vestir. Hoy hablaremos sobre la historia de las camisas.

Al principio, cuando las camisas surgieron en sus primeros años, eran utilizadas tan solo por hombres y representativas de ellos como parte incluso de su atuendo diario, ya que antes la vestimenta que se utilizaba para cada día sin importar las actividades era muy formal y la camisa parte de ella.

Sus inicios

Las primeras camisas de las cuales se tiene registro eran aquellas que contaban con muchos más botones de los que ahora llevan por la misma cuestión de la formalidad que se acostumbraba en aquellos tiempos. Sin embargo, historias aún más antiguas comentan que la camisa nació primeramente como una prenda de vestir interior o íntima. La historia de las camisas refleja incluso que podría usarse como un pijama.

Con el paso del tiempo esto fue cambiando hasta que la camisa se convirtió en un prenda forma. Empezó a formar parte del código de vestimenta de muchos lugares, sobre todo en oficinas, bancos y sitios en los que se brinda atención a clientes, entre muchos otros más. Incluso en algunas empresas estas camisas se personalizan y terminan formando parte del uniforme de cada día. De esta manera la empresa puede promocionar su marca, pero a la vez los empleados proyectan una imagen formal y seria hacía las demás personas.

La camisa para ser totalmente formal según lo marca el protocolo, en el caso de los hombres, debe venir acompañada del saco. De hecho, en juntas o reuniones de negocios, casi nadie se quita el saco para no perder la formalidad.

Como lo hemos mencionado, al principio la camisa era considerada una prenda masculina. Sin embargo, hoy en día, también las mujeres hacen uso de esta prenda. Aunque los cortes de la camisa para dama son diferentes, esta sigue teniendo el mismo objetivo, el de dar formalidad a la persona y hacerla ver más profesional.

La historia de la fabricación de las camisas

Otra cosa que se dio al inicio de la creación de esta prenda es que se fabricaban únicamente en colores muy claros o solamente en blanco, esto porque se trataba de una prenda íntima, sin embargo, el color prevaleció hasta que pasados los años se empezaron a fabricar camisas en otros colores, aun así, por alguna razón la preferencia de la camisa blanca ha prevalecido y siempre se tienen varias de estas en el guardarropa, ya que son fáciles de combinar y con ellas siempre se puede estar de acuerdo a la ocasión.

En la actualidad, además de haber prendas como estas en todos los colores que nos podamos imaginar, también las hay con patrones y diferentes diseños, como líneas o estampados especiales. Todo depende de la ocasión y de los gustos de la persona que la use, ya que dentro de las ventajas de usarla hoy en día, es que puede llevarse tanto en ocasiones formales como en otras más casuales con un par de cambios. Por ejemplo se puede llevar por fuera o sin corbata y saco. Se puede usar también con pantalones de mezclilla para lograr un estilo más desenfadado.

Cuidados

Cuando compramos una prenda, cualquiera que esta sea, siempre queremos mantenerla tal y como nos la entregaron en la tienda. Para poder lograr esto es importante seguir ciertos consejos. De hecho la mayoría de las prendas cuentan con una etiqueta que habla acerca de estos cuidados. De seguirse, la prenda se podrá conservar en óptimas condiciones por mucho más tiempo.

Como cualquier otra prenda, una camisa también tiende a desgastarse con el paso del tiempo, tanto por las lavadas como por el uso que se le da. Existen algunas recomendaciones que podemos tomar en cuenta para continuarla usando por el mayor tiempo posible.

  • Cuidados. Lamentablemente, muchas veces la ropa se mancha por la diversidad de las actividades que llevamos a cabo cada día. Puede tratarse de manchas de comida, de pintura, de grasa, entre otras. Aunque las camisas se metan a la lavadora y se laven como de costumbre, es probable que ciertas manchas no cedan, por lo que lo mejor es hacer algo en el momento en que sucede el imprevisto. Hay ciertos productos como el talco, que pueden colocarse de manera directa en las manchas. Aunque lo más seguro sea que aun así la mancha persista en el momento, a la hora de lavarla será más sencillo que desaparezca. Es importante que las manchas difíciles se tallen aparte con jabón y un cepillo especial antes de ingresar al ciclo de lavado regular.
  • Lavado. Separar la ropa blanca de la de color es una de las claves más importantes para la conservación de la ropa y sus colores originales. Sin embargo hay mucha gente que no sigue esta recomendación.
  • Tener más de una. Es obvio que si solo se cuenta con una camisa blanca, por ejemplo y esta se utiliza entre tres y cuatro veces a la semana, lo más seguro es que al cabo de unos meses esta se empiece a percudir y desgastar a pesar de seguir los consejo a la hora de lavarla. Esto se puede evitar teniendo varias camisas, ya que así estas pueden irse turnando en cada día y todas durarán más tiempo y lucirán bien. Lo ideal sería utilizar una camisa en específico solo una vez por semana. Se deben tener al menos cinco diferentes para cada día, pero mientras más se tengan será mejor. Así todas mantendrán por más tiempo sus condiciones originales.

La historia de las camisas es muy peculiar y quizás se hayan enterado de cosas que desconocían y que es muy interesante saber. Esperamos que estos les sirvan para mantener en perfectas condiciones esta y otras prendas. Por último, solo nos resta recordarles que en Bord@jal contamos con las mejores camisas para su empresa.

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